LAS INJUSTAS
CINCO NAVIDADES DE CINCO HEROES CUBANOS.
No estarán solos
en sus celdas mis hermanos
Para Tony,
Fernando, Ramón, Gerardo y René:
No estarán solos
en sus celdas mis hermanos cuando este año acabe y un esperado amanecer deje
atrás un poco de todo lo vivido: la parte que hemos hecho a fuerza de existir y
ser cada vez menos deudores de lo que cada uno prometió para sí mismo. Un parte
importante de nosotros estará presa con ustedes: sin embargo —todos lo
sabemos—, nuestra fe en la vida y este terco optimismo al que nadie puede
encerrar ni doblegar, por más que se lo proponga, nunca serán aprisionados. Sus
carceleros celebrarán el fin de año con sus familias sin que el rubor y la culpa
los avergüencen, no importa. Alguna vez tendrán que avergonzarse de tanta
injusticia cometida.
Ustedes no
estarán solos. Un enorme abrazo de la mano sudorosa del obrero los acompañará en
este trance que los engrandece. El brazo firme de nuestros campesinos los
alcanzará, derribando barrotes y obstáculos, para apoyarse firme sobre sus
hombros y brindarles el más cálido saludo. Y estará también la compañía
solidaria de los amigos de Cuba que nunca los abandonó.
Estarán también
la presencia de sus madres, esposas, hijos y demás familiares, multiplicados en
todas las madres, niños y hermanos de su pueblo —orgullosos todos de ser parte
entrañable de ustedes— y sabedores que un día dejaron de ser Hernández,
Labañino, González o Rodríguez, para llamarse simplemente cubanos. Tal vez eso
es más importante en la batalla que libramos.
Vaya pues, para
ustedes, mi compañía en esta noche (y en todas las noches y días venideros),
fortalecida con las certeza de que alguna vez triunfarán sobre la tierra la
justicia y la verdad.
Mientras tanto,
cuando celebre junto a nuestro pueblo la victoria de esta tenaz resistencia tras
45 años de combates, los sentiré más cercanos que siempre, abrazados a cada uno
de nosotros, con la convicción de que este triunfo también les pertenece.
HASTA LA
VICTORIA SIEMPRE