EN OCASIÓN DEL 45 ANIVERSARIO DEL TRIUNFO DE LA REVOLUCION CUBANA
Fraile y la Italia que ama a Cuba
Hace unos
días, a raíz de la publicación de mi artículo titulado “Unos pocos
fascistas italianos apuestan por la deshonrosa causa de atacar a Cuba”,
aparecido en varios sitios web, y en el que pongo al desnudo la
participación de los grupos de derecha italianos agrupados en la
coalición de gobierno en los ataques contra la Isla y su Revolución,
recibí un e-mail totalmente agresivo y cargado de falsedades,
proveniente de los miembros de una llamada Unione per la Libertad a
Cuba, un pequeño grupúsculo de gusanos de origen cubano, dependiente de
los favores de Berlusconi, Gianfranco Fini y de sus secuaces de Acción
Joven y Acción Universitaria.
Fueron estos apátridas, entre los cuales se encuentran Carlos Enrique
Carralero Almaguer, Leonardo Pupo Bellot, Adrián Menéndez Bellot y Joel
Yoannis Rodríguez Riverón, los que han sido vistos en diversas
provocaciones contra la embajada cubana en Roma y en la distribución de
panfletos a turistas que se dirigen a Cuba en el Aeropuerto de Fumicino.
Firmado por Joel Rodríguez Riverón, el provocativo mensaje lanza
injurias y falsedades tales como acusar al gobierno cubano de encerrar a
los hijos de los “disidentes” en sanatorios donde se encuentran enfermos
de SIDA, así como las mismas y gastadas mentiras, esgrimidas por la
Unión Europea, el gobierno norteamericano y los mafiosos de Miami, sobre
supuestas violaciones de los derechos humanos en Cuba, miles de juicios
sumarios y fusilamientos, etc., etc. De la misma forma, este vocero del
minúsculo grupo de gusanos a la romana, hace un panegírico del fascista
Fini, dirigente de la ultraderechista Alianza Nacional italiana, y trata
de endilgarle a organizaciones cubanas como los CDR y la UJC diversas
similitudes con los viejos órganos usados por el Duce en Italia. Ni los
jóvenes comunistas cubanos se parecen a las balillas, ni los CDR a los
capoedifecio de Mussolini. Busque usted mejor, señor defensor del
fascismo, otras cosas que inventar, pues esas mentiras urdidas por sus
jefes no hacen mella ni en mí, ni tampoco en los que aman a Cuba.
Cuando no
había desaparecido aún de mi boca el sabor amargo por esta repugnante
carta, me vinieron de la Italia querida y respetada otros mensajes más
reconfortantes que me hicieron pensar, sin lugar a dudas, que estos
detractores de Cuba están destinados a perder también en la península
itálica y donde existan hombres justos y amantes de la verdad.
El primero
de ellos era del traductor de mi libro, “Confesiones de Fraile”,
publicado recientemente en Italia por Edizioni Achab, Carlo Bató. Este
amigo me decía, usando un lenguaje cercano y amistoso: “…nos conocimos,
aunque usted no lo sabe, en las frías madrugadas del marzo italiano,
cuando empecé a traducir, para Edizioni Achab, de mi amigo Paolo
Rossignoli, su libro "Confesiones de Fraile". De vez en cuando miraba la
fotografía de usted y pensaba en la importancia del trabajo de hombres
sencillos en defensa de la revolución que yo amo tanto. Los relatos de
Fraile han fortalecido mi convicción de que la revolución es fuerte y,
como dijo el compañero Salvador Allende, la historia es nuestra y la
hacen los pueblos, no los traidores ni los asesinos que esperan que las
revoluciones terminen para hacer lo que quieren en la más absoluta
impunidad”.
Otro
italiano digno, el doctor Gianfranco Ginestri, vecino de Bologna, me
decía en un breve pero hermoso mensaje: “QUERIDO FRAILE: soy italiano
de 60 años. Para mí la Revolución Cubana es un faro de vida por toda la
vida”.
Entonces,
amigo lector, supe que Cuba realmente también era amada sinceramente por
muchos italianos, capaces de sacrificarlo todo en aras de ofrecerle al
hermano cubano hasta su propia sangre, de ser necesario. Estos hombres y
mujeres de la querida Italia, diputados, dirigentes políticos, artistas
e intelectuales, obreros y campesinos, estudiantes y amas de casa,
jubilados y jóvenes, llevan a Cuba en el corazón como una de las
prendas y motivos más amados. Por ella salen a las calles de Roma y de
diversas ciudades italianas, portando banderas cubanas e italianas,
otras rojas como su propia sangre, a denunciar el crimen de aislar a
Cuba. Se les ve, combativos y firmes, en recorrer largas avenidas y
concentrarse en plazas para esgrimir su verdad solidaria y su fe en la
justicia.
Fueron
estos italianos los que en Noviembre del 2002 fundaron en Roma el
Comité Nacional Italiano por la Liberación de los Cinco Héroes
Prisioneros del Imperio. Integrado por diversas asociaciones políticas y
de solidaridad, así como personas incorporadas a título individual, se
encarga de denunciar la situación injusta de estos compañeros y reclaman
su urgente liberación. Constituido en La Villeta y con el apoyo de la
Asociación de Amistad Italia-Cuba, sus integrantes se plantearon
acciones concretas a favor de Cuba y de sus héroes. Allí se dejaron
escuchar las voces encendidas de fervor solidario de los amigos
entrañables de Cuba, entre las que se destacaron las de Biagio Minnucci,
diputado y consejero de la región de Lazio; Luciano Iacobino, presidente
de la Asociación de La Villetta; Massimo Nevola, sacerdote jesuita; Raúl
Mordenti, filósofo y profesor de la Universidad Roma-2; el teólogo
Giulio Girardi y Franco Forconi, miembro del Directivo Nacional de la
Asociación de Amistad Italia-Cuba. Tuvo este Comité el honor de ser el
número 84 de los constituidos en esos momentos a lo largo de 48 países.
En franco
batallar a favor de Cuba, en abril de este año se reunieron más de cien
amigos de Cuba, en un maravilloso acto de solidaridad en la Embajada
cubana en Roma. Junto a voces cubanas, estuvo la voz solidaria de
Italia, esta vez representada por Roberto Foresti, presidente nacional
de la Asociación de Amistad Italia-Cuba, y de Biagio Minucci, presidente
de La Villeta.
Fue junio,
sin embargo, un mes de pletórica solidaridad con Cuba. Estos festejos
nacionales se iniciaron con un grupo de conciertos interpretados por el
grupo musical bayamés Enhorabuena, bajo el auspicio de ARCI-CUBA y de la
Asociación de Amistad Italia-Cuba de Savona. Todo el noroeste italiano
vibró con la música cubana y con los urgentes llamados de solidaridad
con la Isla y con sus Cinco Héroes detenidos injustamente en cárceles
norteamericanas. Días después, esta vez en Roma y en el marco de la
fiesta de L´Unitá, donde el Círculo Roma Centro de la Asociación de
Amistad Italia-Cuba erigió un stand para divulgar la realidad cubana y
ofrecer amplio apoyo solidario a la Isla.
Tal vez la
más significativa de las muestras de solidaridad con Cuba tuvo lugar el
28 de junio cuando miles de personas manifestaron en la céntrica plaza
romana de Farnese para patentizar su apoyo a la Revolución Cubana.
Llegados de lejanas regiones y de la propia Roma, millares de italianos
mostraron al mundo que los hombres honestos de ese pueblo no comparten
la política anticubana del gobierno de Silvio Berlusconi, ni su
complicidad con las fuerzas reaccionarias dentro de la Unión Europea y
con el gobierno yanqui. Fueron seis largas y combativas de amor a Cuba y
a su pueblo; horas de solidaridad y compromiso; horas de verdad y de
justicia. Nunca brilló más alto la pureza del corazón de Italia que en
ese día.
No hace
mucho, también, cuando se arreciaban las presiones del gobierno
norteamericano contra Cuba, en noviembre de este año, se reunieron en la
ciudad de Arcore, cercana a Milán, decenas de militantes solidarios con
Cuba para condenar la política anticubana de Berlusconi. En la propia
ciudad donde el Primer Ministro tiene una de sus residencias, se levantó
la voz del pueblo italiano a favor de sus amigos cubanos. Fueron largas
horas de discusiones en busca de cómo aumentar la lucha solidaria y
denunciar el aislamiento contra Cuba y la complicidad del gobierno
italiano en el mismo.
Arcore
sintió vibrar la voz de muchos, entre los que se destacaron el profesor
Raúl Mordenti; Iacopo Vernier, responsable de las Relaciones
Internacionales del Partido de los Comunistas Italianos; Claudio Gras y
Bruno Steri, del Partido de la Refundación Comunista; Gioacchino
Colangeli, humilde e incansable luchador solidario con Cuba; así como
muchos otros amigos de la Isla.
Tres
grandes compromisos salieron del Seminario de Arcore:
·
Realización en la primavera venidera (2004) de una manifestación a favor
de Cuba frente al Parlamento Europeo.
·
Reforzamiento de las acciones para mantener los proyectos de cooperación
con las ciudades cubanas.
Muestra de
ello es la encomiable y solidaria labor de Rodolfo Dal Pane, integrante
de la Asociación de Amistad Italia-Cuba, quien ha gestionado y entregado
dos contenedores de ayuda a escuelas e instituciones sociales en Sancti
Spíritus.
·
Incrementar la movilización a favor de Cuba y, de manera particular y
especial, por la liberación de Antonio, René, Fernando, Gerardo Y Ramón.
Mucho han
hecho los italianos por Cuba y su gesto solidario merece la mayor
admiración de los que, como yo, amamos a esta Isla. Por ello, cuando se
acerca el 45 Aniversario del Triunfo de la Revolución Cubana, no puedo
menos que reconocer que este triunfo y esta victoria también les
pertenece a ellos.
Le
pertenece, sin dudas, a mi amiga fraterna Serena Bertolucci, de
AsíCubaUmbría-Asociación Internacionalista con Cuba, quien ante mi
reclamo me expresó, con palabras sencillas, directas y justas, su sentir
por la Revolución Cubana:
“¿Que ha
significado para mi la Revolución cubana?”
“Ante
todo, la prueba concreta de lo que significa “socialismo”: para los que
se criaron leyendo libros, cultivando lo largo de su propia vida las
ideas de que toda la injusticia del mundo tenía que ser aplastada por
las inteligencias y los corazones de la humanidad, que teníamos que ser
capaces de volver a ser humanos, hermanos, solidarios, honestos, etc.,
.etc., para los que pasaron años con ese ciclón de sentimientos y
reflexiones en las cabezas, es asombroso ver, escuchar, tocar con la
mano cuántas cosas puede hacer el socialismo; cuánto es grande esa
palabra, ese mundo de ideas; cuánto ancho, hasta dónde puede llegar el
desarrollo de la inteligencia humana. A cualquiera de nosotros, criados
en el mundo capitalista, se le puede preguntar: ¿que es el socialismo? y
cualquiera contestaría con ideas generales, sencillas, casi boberías.
NADIE SABE LO QUE PUEDE SER REALMENTE EL SOCIALISMO HASTA QUE NO SE
ENSUCIA LAS MANOS EN SU CONSTRUCCION; hasta que no empieza a mirar
CUALQUIER COSA de la vida diaria –no sólo las grandes cosas- desde otro
punto de vista, desde el socialismo, con el esfuerzo de la inteligencia,
de la creatividad que hace falta para REVOLUCIONARLO TODO.”
“En Cuba
aprendí cuán grande es el proyecto socialista.”
“Y en el
marco de esa envergadura, me di cuenta que cada cual, en cualquier
lugar, tiene su tarea, tiene que enfrentar su capacidad de ser
coherente: NO ES SOCIALISTA dejar que sean los demás los que luchan para
defender ideas que son las mismas que las nuestras; que sean los cubanos
los que tienen que seguir con las banderas en las manos... y nosotros
sencillamente seguir haciendo “los socialistas” que votan cada rato
marcando una cruz sobre la misma bandera. Si tenemos el mismo proyecto,
la defensa que Cuba –desde siempre y más desde el 1990- hace del
socialismo, del suyo y del derecho del mundo a lograrlo, tiene que ser
también MI LUCHA. No me puedo conformar con decirles “bravo” a los
cubanos y seguir sentada esperando.”
“Esto
también Cuba me lo enseñó: coherencia y dedicación honesta, de pocas
declaraciones y de mucho hacer diario; de CALLADO trabajo.”
“Una vez
más, ¡Gracias Cuba!”
Serena lo
sabe bien. El destino del Socialismo en el mundo depende de salvar a
Cuba y hace, día tras día, lo correcto: luchar por la Cuba hermana y
solidaria.
Le
pertenece también este 45 Aniversario de victorias a mi amigo Aldo
Galvagno, responsable del Portal italiano “Sí por Cuba”. Con palabras
precisas y honestas me expresó en un mensaje su amor y admiración hacia
Cuba. Aldo dijo esta vez desde lo profundo de su corazón solidario:
“No soy un
político, un técnico de la comunicación. Prefiero considerarme a un
simple espectador - a veces activo - que vive su vida con conciencia.
Este es un preámbulo necesario que decir, en cuánto dejo a otras
personas, indudablemente más calificadas, hablar cualquier a cosa sobre
lo que ha sido la Revolución cubana. “
“Puedo
escribir, sin embargo, lo que siento por la Revolución Cubana, con la
que he convivido, aunque geográficamente muy lejano de ella. La
Revolución es un sueño casi realizado. El DAVID que derrota a GOLIAT con
la fuerza de un pueblo orgulloso de ser el mismo. La Revolución cubana
ha demostrado y está demostrando, cuánto puede ser posible variar
ciertos equilibrios. Como todas las acciones de masa, sobre todo si son
de larga duración, no es eximida de errores de valoraciones y de pasos
falsos. Pero el solo hecho de seguir existiendo tras 45 años y de crear
objetivas molestias a nuestros enemigos, significa que la Revolución
cubana todavía es viva y útil. »
« Poco
importa si el fenómeno es estrechado geográficamente en la isla de Cuba,
aunque conocemos las innumerables acciones de internacionalismo que en
el curso de estos años, ha desarrollado Cuba por el mundo. El efecto más
importante del sentido revolucionario es justo el mensaje que logra
todavía transmitir después de que muchas situaciones sociales,
económicas y políticas se han transformado irreversiblemente en el
mundo. »
« Por
estos valores, quizás más que por los resultados, la Revolución cubana
tiene que ser también respetada por sus enemigos y sirve de modelo por
todos los pueblos que tienen todavía las ganas de alinearse contra un
mundo globalizzato del imperialismo que, hoy más que ayer, está
demostrando toda su arrogancia. »
“¡Larga
vida a nuestro sueño... larga vida a la Revolución cubana!”
Por ello,
cuando celebre junto a mis amigos cubanos este merecido triunfo
revolucionario y el admirable hecho de que nuestra Revolución alcanza
los 45 años, más joven y consolidada que nunca, mi pensamiento estará
también en Italia, muy cerca de mis amigos Serena Bertolucci, Aldo
Galvagno, Paolo Rosignolli, Gianfranco Ginestri, Michele Capuano,
Marilissa Verti y tantos otros, que han hecho del oficio de la
solidaridad su mejor manera de ser dignos.
También estará cerca de ese italiano maravilloso e incansable, Giustino
Di Celmo,
golpeado en lo más hondo de su corazón por la mano enemiga de Cuba, y
quien lucha día tras día por la amistad entrañable entre nuestros dos
pueblos y porque un día, tal vez no muy lejano, se haga verdadera
justicia a su dolor y al dolor de todo nuestro pueblo.
Por
ello, al culminar esta crónica de la amistad y la solidaridad, lamento
haber usado en ella un breve espacio para aquellos que, como Berlusconi,
Gianfranco Fini y sus amamantados y asalariados instrumentos de la
Unione per la Libertá a Cuba, no saben nada de ellas, ni son capaces de
representarlas verdaderamente.
