El mismo día que Eisenhower rompió relaciones con Cuba, el 5 de enero de
1961, fueron asesinados en el Escambray un joven maestro voluntario
(Conrado Benítez) y un campesino (Heliodoro Rodríguez) por bandas
terroristas.
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En enero de 1961 varios hechos terroristas, enmarcados dentro de la
estrategia de CIA, afectaron diversas ciudades cubanas, destacándose el
asesinato del joven miliciano Carlos Manuel Calcines Pérez (14 de
enero), el incendio en la colchonería OK en la Habana (8 de enero), el
incendio de un almacén de tabacos de la firma Rothshild Samuell Duiga
(14 de enero), así como varias acciones ejecutadas en el exterior contra
la embajada cubana en Honduras y el Consulado cubano en Barranquilla,
Colombia.
Dentro de este contexto, la
CIA desarrolló su cacareada “Operación Silencio”, cuyo fin era el
abastecimiento de armas, incluidas las de grueso calibre, por vía aérea
a las bandas terroristas del Escambray. Esta operación se efectuó el día
6 de enero.
Otros hechos entristecieron
cada enero cubano a partir del momento en que la CIA implementó su
guerra sucia contra Cuba:
► En 1962 cuatro notables
acciones terroristas:
- (7 de enero) Fueron
incendiadas dos escuelas rurales en Cabaiguán, antigua provincia de Las
Villas. Sus autores fueron las mismas armadas por la CIA.
- (9 y 10 de enero)
Ataques contra campesinos en las provincias de Matanzas y Pinar del Río,
como resultado de los cuales son heridos dos de ellos.
- (13 de enero) Fue
incendiada una escuela rural en la provincia de la Habana.
- (15 de enero) Fueron
salvajemente asesinados en Sancti Spíritus un campesino y su hijo.
- (20 de enero) Fueron
asaltadas dos tiendas en zonas rurales de Cienfuegos.
En enero del año 1963, se
llevaron a cabo las más salvajes acciones contra el pueblo cubano,
resultando ser el mes de enero más sangriento y doloroso.
- (8 de enero) Se
produjo el asesinato de un campesino frente a su hijo y su nieto,
quienes resultaron heridos.
- (10 de enero) Fue
salvajemente asesinado un menor de 11 años de edad en una finca de la
provincia de la Habana, como consecuencia de una ataque a la finca en la
que vivía, siendo herido su padre por los bandidos.
- (13 de enero) Fueron
asesinados dos dirigentes revolucionarios por bandas
contrarrevolucionarias en la provincia de Matanzas.
- (15 de enero) Fue
asesinada una persona y asaltada una tienda.
- (22 de enero) Se
produjo el asesinato de tres campesinos por bandas armadas al servicio
de la CIA.
- (23 de enero) Fueron
asesinados dos menores de edad, heridos sus dos hermanos y su madre. Los
responsables de esta acción fueron miembros de una de las bandas
terroristas armadas por la CIA.
- (25 de enero) Fueron
asesinados dos obreros cubanos cuando una banda terrorista asaltó un
poblado, incendiando varias viviendas y destruyendo una planta
eléctrica. Hablar de los dolorosos eneros para los cubanos durante estos
cuatro años, no significa que el terrorismo haya sido exclusivamente
aplicado contra este pueblo sólo en estos meses. Durante más de cuatro
décadas se ha sufrido este criminal accionar de la contrarrevolución,
tanto externa como interna, preparada, adiestrada y armada por la
Central de Inteligencia de los Estados Unidos. Cabría, pues,
preguntarse: ¿Cómo es posible que quienes fomentaron el terrorismo no
sólo en Cuba sino en otros lugares del mundo, sean los que hoy pretenden
portar las banderas del antiterrorismo?
El dedo acusador de los
campesinos, maestros y niños asesinados en enero se dirige hacia el
norte, hacia las frías oficinas de Langley y de la Oficina Oval de las
Casa Blanca. De eso, por supuesto, ya nadie tiene la menor de las dudas,
pues de allí salió la orden de matar.