Las nuevas tonterías del republicano Bill Mc Collum con respecto a Cuba
La actual
barrabasada de Mister Mc Collum y su revolcadera con los Díaz Balart.
Como si
fuera la trama de una barata película de espionaje o el fruto de una
mente afectada por las secuelas de un pito de marihuana, el señor Bill
Mc Collum, uno de los candidatos al Senado por los Republicanos, nos
sorprendió a todos con sus recientes declaraciones aparecidas hoy en el
libelo de mafia de Miami. Sin ruborizarse apenas, y no escondiendo la
intención de congraciarse con los viejos y retrógrados personeros de la
mafia cubano americana, declaró una vía sui géneris para lograr la
supuesta democracia en Cuba, la cual incluye en envío de espías para
infiltrarlos en la Isla.
Resulta
paradójico que quien fue uno de los que atacaron la existencia de
luchadores antiterroristas dentro de las tenebrosas organizaciones
extremistas radicadas en la Florida, como lo fueron nuestros Cinco
Héroes, arguya hoy la necesidad de “introducir oficiales de inteligencia
entre los turistas extranjeros que viajan a Cuba desde otros países”.
Interrogado
acerca de los históricos fracasos de Estados Unidos y de la CIA por
revertir el proceso histórico cubano mediante el uso del espionaje, se
limitó a manifestar que “es algo que debemos hacer”.
Sin
embargo, como evitando ser el hazmerreír de muchos en la Florida, se
apresuró a declarar otros puntos de vista sobre lo debía hacerse para
derrotar a la Revolución Cubana, alineándose a las posiciones más ultra
conservadoras y recalcitrantes en ese sentido. En sentido general, sus
apreciaciones políticas son:
·
Aboga por la internacionalización del bloqueo a Cuba y el aumento de las
restricciones a los viajes de norteamericanos a la Isla.
·
Suspensión de la política “pies secos, pies mojados” mediante la cual
los cubanos, al amparo de la criminal Ley de Ajuste Cubano, pueden
ingresar libremente a los EE UU. Al respecto proclama que todo cubano
detenido en alta mar sea ingresado automáticamente en la Base Naval de
Guantánamo, sin que exista el peligro de devolverlo a Cuba. Para ello,
según Mc Collum, deberían revisarse los métodos de entrevistas en las
naves del Servicio de Guardacostas, a la par que permitir que abogados
ajenos a las agencias gubernamentales participen en las entrevistas.
·
Imitando el discurso político de la actual administración con respecto a
Cuba, expresado en diversas ocasiones por funcionarios como Roger
Noriega y Otto Reich, el señor Mc Collum expresó que la Isla es un
peligro en la región, por cuanto “Castro está muy envuelto en lo que
pasa en el hemisferio, tiene una relación con Chávez que es muy
peligrosa para Estados Unidos, ya que lo ha estimulado a extender las
ideas revolucionarias por la región”.
Con tono
amenazante, agregó el pretendiente a un puesto al Senado por la Florida:
“Es importante separar a Cuba de las amenazas a la libertad y la
democracia en la región.”
No pudieron
faltar, por supuesto, las alabanzas de sus socios Lincoln y Mario Díaz
Balart, quienes han reconocido públicamente su apoyo al candidato
ultraconservador.
Lincoln, caracterizado por su permanente intolerancia hacia la
Revolución Cubana, declaró con respecto a Mc Collum: “Un detalle que la
gente conoce poco es que en la nefasta reforma migratoria de 1996, Mc
Collum fue el principal defensor de la manutención de la Ley de Ajuste
Cubano”.
El propio
legislador republicano Díaz Balart, destacó poco después al periodista
Oscar Haza, en una entrevista al Canal 41 de Miami, la necesidad de
matar a Fidel como vía para lograr un tránsito rápido hacia “la
democracia”. Al respecto, dijo sin ruborizarse: “en Cuba se impone el
magnifico de Castro”. Y para no dejar dudas al respecto, cuando Haza le
preguntó si era recomendable que un congresista norteamericano abogara
por la muerte de un jefe de estado extranjero, Lincoln no vaciló en
reiterar: “Yo sí creo que debe hacerse”.
El colmo
del desparpajo lo alcanzó el congresista cuando se atrevió a justificar
la propuesta de Mc Collum sobre en el envío de espías a Cuba mientras se
condena a cubanos que infiltran a grupos de Miami. Sin dudarlo, exclamó
que “los agentes que enviaría Estados Unidos sería para acelerar el
cambio político en Cuba”, mientras que la Isla envía a éstos “para
matar, pues son unos asesinos.”
El odio
acérrimo a la Revolución Cubana, no cabe dudas, lleva a este criminal
vestido de congresista a justificar el asesinato y el magnicidio, a
apoyar actos violentos y terroristas contra el pueblo cubano. Y, sin
lugar a dudas, este es el mismo motivo que lo hace apoyar y aliarse con
un ultraconservador de oscura trayectoria como Bill Mc Collum.
¿Quién es
en realidad Bill Mc Collum?
Nacido el
12 de julio de 1944 en Brooksville, Condado de Hernando, en la Florida,
Ira William Mc Collum Jr, se graduó en leyes en la Universidad de la
Florida en 1968. Entre 1969 y 1972 sirvió en la marina de Estados
Unidos. Trabajó como abogado en Orlando, Florida, hasta su elección para
la Cámara de Representantes en 1980.
Dentro de la Cámara desarrolló una actividad controvertida, destacándose
por sus posiciones ultra conservadoras. Baste citar algunos ejemplos:
·
En el año 2000 introdujo un proyecto de ley, junto al republicano Henry
Hyde, para enjuiciar a niños en el sistema de cortes federales, mediante
el cual se les consideraba adultos a partir de los 13 años. La House
Bill HR2037, elaborada por ellos, facultaba al gobierno federal a
encerrar a niños en cárceles para adultos, exponiéndolos a la influencia
de criminales y delincuentes de mayor edad. En ese entonces se ocupaba
de dirigir el Subcomité contra el crimen.
·
Cuando participó en las audiencias por el escándalo Irán-Contras
efectuadas en 1987 y, en el momento de interrogar al
contrarrevolucionario Félix Rodríguez Mendigutía sobre sus actividades y
las del terrorista Luis Posada Carriles, lo felicitó por su papel
destacado en la lucha contra el comunismo, haciendo caso omiso de sus
reiteradas violaciones a la ley.
·
Respondiendo a la estrategia de los republicanos para enjuiciar al
presidente Bill Clinton a raíz del escándalo Lewinski, fue uno de sus
más encarnizados atacantes del mismo en el fallido proceso judicial que
se le siguió.
·
En agosto del 2000, cuando el Partido Republicano realizó su Convención
en Filadelfia y declaró asumir, a partir de ese momento, una plataforma
de línea dura hacia Cuba, fue Mc Collum uno de los principales
instigadores de un apreciamiento del bloqueo a la Isla, así como del
apoyo financiero a la contrarrevolución interna. En esos momentos
declaró con desparpajo que él sabía cómo hacer llegar dinero a los
acólitos de Washington en la Isla, ya que, dijo, no por gusto “presidí
por seis años la Comisión de Inteligencia de la Cámara”.
·
Unos días antes, la Cámara de Representantes aprobó un proyecto de ley
elaborado por Mc Collum, mediante el cual se agilizaba la expropiación
de los fondos congelados del gobierno cubano en Estados Unidos, para
“indemnizar” a familiares de los pilotos de Hermanos al Rescate, muertos
mientras violaban el espacio aéreo cubano en febrero de 1996. La ley
propuesta por Mc Collum permite expropiar los fondos de estados
“considerados terroristas” para indemnizar demandas de ciudadanos
norteamericanos afectados por los mismos.
·
Estuvo involucrado a los sectores ultra conservadores de la mafia de
Miami, que apoyaron el secuestro del niño Elián González en Estados
Unidos, lo que evidenció una vez más sus vínculos con los terroristas de
la mafia cubano americana.
En el año
2000 se presentó a las elecciones para el Senado por los republicanos de
la Florida, luego que la cúpula de ese partido convenciera al moderado
Tom Gallagher de dejarle el paso abierto. Sin embargo, fue derrotado por
el demócrata Bill Nelson.
Involucrado
actualmente en una campaña similar, Mc Collum siempre ha gozado del
apoyo financiero de grandes empresas norteamericanas y con el apoyo
político de los hermanos Díaz Balart.
En
septiembre de 2003 se dio a conocer, de acuerdo con los archivos de la
Comisión de elecciones federales, que Mc Collum había contado siempre
con la plata de grupos influyentes como Smithkline Beecham, Pfizer and
Hoffman-La Roche, todos dedicados a la industria farmacéutica, así como
los gigantes de las comunicaciones AT
&
T, Versión y Adelphia; sin dejar de destacar el apoyo recibido por él
por parte de grupos bancarios como American Express, Bank of America,
Credit Suisse y Citigroup. No faltó el apoyo de otros importantes
monopolios como el tabaquero Brown and Williamson y otros.
Conclusiones:
Bill Mc
Collum, redomado ultraconservador y representante de la ultraderecha
norteamericana, ha dirigido una vez más sus ataques a Cuba con el cínico
propósito de ganarse la simpatía de los votantes cubano americanos de la
Florida y obtener ventajas sobre sus competidores para ocupar el cargo
en el Senado abandonado por el senador Bob Graham.
Esta vez su
partido no le ha abierto el camino como ocurrió en el 2000, sino que
debe enfrentarse a otros aspirantes, asociados a importantes grupos de
poder. Compite con el ex Secretario de Vivienda, Mel Martínez, quien
goza del apoyo de la Casa Blanca y de varios representantes de la mafia
terrorista de Miami. Tal vez su anticubanismo es una baraja manejada
para enfrentar la figura de Martínez, tildado de ¿moderado? por los
más radicales.
Enfrenta también al presidente de la Cámara de Representantes de la
Florida, Johnnie Byrd, conservador cómo él y quien ha sabido recoger
abundante dinero para su campaña. Otros de menor importancia son el
senador estatal Daniel Webster, el activista judicial Larry Klayman y el
ex senador Bob Smith.
Es
evidente, entonces, que los jurados enemigos de la Revolución Cubana
tienen en Bill Mc Collum un aliado incondicional y un servidor dispuesto
a complacerlos a cambio de favores e influencias políticas, de las que
este señor es un especialista. Torpe al fin, como sus socios de
correrías, olvidan que sus espías disfrazados de turistas poco podrán
hacer ante un pueblo digno, unido a su dirigencia, y siempre dispuesto a
no rehuir cualquier combate.