Tanto el CAMCO, como el resto de las organizaciones
terroristas radicadas en Miami, son financiadas con dinero del gobierno
norteamericano. Prueba de ello es que en los seis años recientes el
gobierno de Estados Unidos ha gastado más de 15 millones de dólares para
financiar a grupos opositores al gobierno de Fidel Castro, según se dio
a conocer el 22 de noviembre de 2002 en un artículo de Jim Cason y David
Brooks, aparecido en La Jornada al día siguiente.
Según estos articulistas,
“los montos estadounidenses son distribuidos directamente por la USAID o
mediante el paraguas del Fondo Nacional para la Democracia (NED), cuyo
principal financiamiento proviene del gobierno.”
Según ellos, “el donativo más grande de este programa fue otorgado al
Centro por una Cuba Libre (Center for a Free Cuba), organización
encabezada por Frank Calzon, uno de los promotores más feroces del
embargo y crítico activo de los esfuerzos del sector agrario
estadounidense para aflojar las restricciones comerciales hacia la
isla.”
Apuntan en su artículo que
“Calzon, operador político bien conectado en Washington, ha recibido un
total de 2.7 millones de dólares para sus esfuerzos, los cuales
consisten en gran medida en la distribución dentro de Cuba de copias de
la Declaración Universal de los Derechos Humanos y de la novela Rebelión
en la granja, de George Orwell.”
Según Cason Y Brooks, varios
funcionarios estadounidenses admiten en privado que hay pocas pruebas de
que la mayoría de estos materiales hayan llegado a cubanos comunes en la
isla.
Ambos articulistas afirman
que “el NED también ha otorgado financiamiento al Consejo Militar Cubano
- Americano (Cuban American Military Council o CAMCO), agrupación de ex
oficiales militares cubanos cuyo objetivo es establecer relaciones con
oficiales en la isla para alentarlos a sumarse a la oposición de Fidel
Castro (…), a la par que asistirlos a entender el papel de los
militares en tiempos de transición política.”
El propio presidente del CAMCO, Eneido Oliva, viendo
que otros se llevaban la mayor parte de la tajada, no vaciló en extender
la mano y pedir la plata para sostener una beligerancia contra Cuba
basada en los mismos argumentos que sus competidores en el negocio de la
contrarrevolución. Con cara de pedigüeño y aire compungido declaró: “Lo
que necesitamos es que el gobierno estadounidense ayude con recursos
económicos, no sólo a académicos y universidades americanas, sino
también a organizaciones del exilio cubano que están preparadas,
organizadas y listas para asistir al pueblo cubano y sus fuerzas armadas
tan pronto comiencen cambios democráticos en la isla."
¨
Otra singular coincidencia del CAMCO con las más desprestigiadas
organizaciones contrarrevolucionarias radicadas en Estados Unidos es la
confluencia de una diversidad de personajes en sus filas y aún en su
misma dirección organizativa. Integrada por ex mercenarios de Playa
Girón, como el propio Oliva, así como desertores de las FAR como Rafael
del Pino, abrió sus puertas a conocidos terroristas como Félix Rodríguez
Mendigutía “El Gato”, vinculado a tristes páginas en la historia
latinoamericana como lo fueron el asesinato del Che en Bolivia, el
tenebroso “Plan Cóndor” y el escándalo “Irán Contras”. Vecino de 215 NE
114 street, Miami, Fla 33161, Félix Rodríguez se ufana de su pasado
criminal, mientras apoya al CAMCO y a la FNCA en sus planes terroristas
contra la Isla. ¿Qué concordia puede esperarse para Cuba, en una época
pos Castro, de este grupo de ex militares batistianos, mercenarios y
traidores a la Patria?
En su infructuoso intento por ganar adeptos dentro de las
fuerzas armadas cubanas, el CAMCO ha empleado el apoyo norteamericano
para invadir el éter cubano mediante una fonía contrarrevolucionaria
conocida como “La Voz del CAMCO” la cual, empleando transmisiones por
UTC cada martes, jueves y sábado, entre las 0030-0100, en la
frecuencia de los 9955 kHz, pretende socavar el apoyo de los militares
a la revolución. Radicada en Miami, usa la dirección postal Apartado
Postal 526852, Miami, FL 33152, USA.
En días recientes, cuando la gusanera de Miami celebraba
las medidas injerencistas aprobadas por el gobierno de George W Bush y
con motivo del 102 aniversario de la instauración de la seudorrepública,
Eneido Oliva declaró que los miembros del CAMCO “expresamos nuestra
firme decisión de volver a una Cuba donde prevalezca la comprensión, el
perdón, la justicia y la reconciliación”. Sería tonto pensar que los
cubanos de la Isla pueden esperar tales cosas de quienes durante largas
décadas han sembrado terror y muerte en sus hogares. Sería iluso también
esperar de ellos perdón y reconciliación cuando hemos visto cómo en Irak
se han cebado con un odio irracional hacia los colaboradores del
depuesto gobierno de Saddam Hussein, asesinándolos y sometiéndolos a
infamantes torturas.
Con un odio irracional a los principales líderes de la Cuba
revolucionaria, los miembros del CAMCO promueven su asesinato y
conspiran en las sombras para promover atentados contra Fidel y otros
dirigentes revolucionarios. A la par, alardean de tener representaciones
a lo largo de la Isla y se vanaglorian de un supuesto apoyo a su
programa dentro de la oficialidad revolucionaria cubana. Tal parece que
estos ilusos señores no vieron a los oficiales y soldados de las FAR
marchando por el Malecón habanero en franco apoyo a la Revolución y
condenando las recientes amenazas del gobierno injerencista de Bush. No
entienden, ni jamás entenderán, que los militares cubanos nunca
dispararán ni conspirarán contra su pueblo, pues son parte de éste, son
el pueblo armado.
La proyección contrarrevolucionaria del CAMCO, emulando con
otros representantes de la contrarrevolución miamense, se ha dirigido en
los últimos meses a crear fisuras entre el gobierno bolivariano de Hugo
Chávez y las fuerzas armadas venezolanas. Acusando al gobernante
venezolano de “fidelizar” a la institución militar y de sustituirlo en
un futuro por milicias populares. Al respecto dijo Eneido Oliva al
libelo de la mafia, el Nuevo Herald, en unas declaraciones aparecidas en
el mismo el pasado julio de 2003: “No cabe la menor duda de que si
Chávez sigue como presidente, el ejército venezolano va a ser destruido
y reemplazado por un ejército miliciano (…) Es como una copia al carbón
de lo que sucedió en Cuba en 1959”.
En un “Mensaje de un general retirado cubano americano a
los militares venezolanos”, dado a conocer en marzo del 2003, cargado de
mentiras y malas intenciones, Eneido Oliva expresó parecidos y falaces
argumentos: “Hoy, 11 de marzo del 2003, envío este mensaje a los
miembros de las Fuerzas Armadas de Venezuela para alertarlos de las
vicisitudes y realidades que mis compatriotas y yo hemos tenido que
experimentar y así tratar de evitar que muchos de ellos, en un futuro no
muy lejano, se vean obligados a escribir un mensaje similar a otros
hermanos militares latinoamericanos.”
Ocultando la verdad y la realidad acontecida en Cuba,
agregó: “Cientos de mis ex compañeros de armas, profesionales
pundonorosos y respetuosos de la Constitución, como lo son los militares
venezolanos, fueron fusilados injusta y fríamente, sin haber sido
juzgados por tribunales competentes. Miles cumplieron largos años de
prisión, indefensos y acusados de crímenes no cometidos, Otros trataron
de cruzar en improvisados botes el Estrecho de la Florida, muchos
murieron en la travesía. Cientos lograron sus objetivos de alcanzar
tierras de libertad, pero la inmensa mayoría que permaneció en la isla
cautiva, terminaron o están terminando sus vidas olvidados y
menospreciados por los que se convirtieron en ateos, vengativos y los
únicos lemas que vociferaban, al igual que lo hacen ahora los llamados
movimientos bolivarianos, eran los de PAREDÓN y PATRIA O MUERTE.”
Habría que recordarle al señor Oliva que en Cuba jamás ha
sido fusilada persona alguna sin un juicio previo y en correspondencia
con todas las garantías de la ley. Tampoco se le ha endilgado a alguien
una acusación inmerecida. Debería ofrecer, al menos, ya que se precia de
ser un militar de honor, una sola prueba de estas acusaciones que
esgrime contra Cuba en el intento de atentar contra el apoyo de la FAN
venezolana a la revolución Bolivariana.
Por tanto, el CAMCO, servidor incondicional al gobierno
norteamericano, que es quien lo sustenta y mantiene con dinero de los
contribuyentes, ha sido una de las cartas seleccionadas para la ofensiva
anticubana diseñada por el señor Bush y sus acólitos en su intento de
procurar una “transición democrática” en la Isla. Sería recomendable
aclararles que esos soldados y oficiales cubanos que hoy intentan
vanamente captar con mensajes y propaganda contrarrevolucionaria, jamás
los recibirán con los brazos abiertos, ni apuntarán sus armas contra su
pueblo. Esos soldados, parte del glorioso y aguerrido pueblo cubano, los
recibirán con fuego. Esa es la única e innegable verdad.