DAL NS. AGENTE ALL'AVANA

 

 

Los imprecisos escenarios de la transición “democrática” en Cuba elaborados por la USAID

 

Como se ha puesto de moda dentro de la administración Bush abordar el tema referido a una  transición “democrática”  en Cuba en una supuesta  era post Castro, el señor Andrew Natsios no quiso quedarse  atrás y aprovechó el marco de la Conferencia   sobre la transición en Cuba, realizada en Washington el pasado 16 de enero, para lanzar sus incongruentes apreciaciones sobre cuál debía ser la estrategia a seguir por parte de los Estados Unidos ante esta contingencia.

Sin poder abandonar sus aires de agorero barato, el administrador de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) expuso sus apreciaciones sobre el futuro de Cuba, alejándose de la realidad y ensuciándose con un subjetivismo antihistórico cargado de fetidez e irrisorio anacronismo.

¿Cómo ve este señor el futuro de la Isla y cómo entiende el papel de los amos del Norte en este sentido?

Su apreciación inicial  al decir que “debido a que el dictador cubano Fidel Castro ha reprimido a su pueblo durante más de cuatro décadas”,  exige de los Estados Unidos el prepararse con gran cuidado para la transición (final)  de Cuba a la democracia, lo hace patinar desde un principio. Ni Fidel ha sido un dictador, ni el pueblo ha sufrido en estas cuatro décadas. Su desconocimiento u olvido premeditado de la realidad cubana, así como su no aceptación del hecho innegable de que más del 97 % de los cubanos de la Isla votaron a favor del socialismo, lo impiden de ser objetivo al juzgar el asunto cubano.
Para Natsios los cubanos no han sido libres,  precisamente en la época en que la libertad ha sido su principal conquista. Por tanto, el total abandono de este hecho en su  análisis de la realidad cubana lo hace   perder  objetividad y lo aleja de la verdad. 

Asumiendo el papel  de ensayado benefactor, mientras esconde las verdaderas intenciones, Natsios plantea la preocupación norteamericana sobre la pacificación de Cuba, prometiendo un socorro humanitario para el pueblo cubano del que dudamos cuando vemos el modelo de pacificación que los EE UU han impuesto a los afganos e iraquíes. La paloma de la paz, sin lugar a dudas, se convertirá en un buitre carroñero y sin escrúpulos si lo dejamos volar por los cielos de la isla. En sus análisis, el jefe de la USAID condiciona el tipo y formas de la ayuda humanitaria a Cuba durante la  pretendida  transición a la democracia al tipo de gobierno que se establezca en la Isla. Para ello define tres escenarios imaginables:

 

   El primero, y el más deseable para Estados Unidos sin lugar a dudas, sería el establecimiento de un gobierno de transición “estable y democrático”, sustentado en un amplio apoyo popular y sin remanentes del viejo orden.

 

La contradicción aparece con toda claridad: ¿Puede existir un gobierno con mayor apoyo popular que el existente en Cuba en la actualidad? ¿Podrían lograr los norteamericanos  un gobierno realmente popular haciendo que el pueblo cubano abandone los principios del socialismo? ¿Aceptarían ese gobierno si realmente el mismo se decide a velar por los intereses populares? Obviamente, no. Por tanto, sería imposible lograr este pretendido gobierno capaz de diluir por arte de magia las insalvables contradicciones entre las clases trabajadoras  y los explotadores que pretenden retrotraer la historia. Esta pretendida armonía entre cubanos revolucionarios y socialistas con los mafiosos de Miami, los históricos promotores del terrorismo, sería imposible de lograr.

Es por ello que pensar en este escenario es una idea absurda y rayana en la estupidez, solo posible de afluir en una mente mediocre como la del señor Natsios.

 

   Un segundo escenario, según el jefe de la USAID,  sería el establecimiento de un gobierno inestable pero “capaz de capear el temporal mientras logra garantizar elecciones democráticas”. Parece ser que las enseñanzas actuales de Irak no han servido para nada al señor Natsios cuando piensa que en Cuba podría sostenerse un gobierno de este tipo.

 

   Por último, este señor establece un tercer escenario en el que exista un gobierno inestable incapaz de sostenerse como resultado de las luchas entre distintas facciones y la resistencia de seguidores del antiguo régimen.

Obviamente, este tercer escenario y el menos deseado por los Estados Unidos les crearía a los norteamericanos una difícil situación a la que estarían llamados a resolver mediante una intervención abierta, alegando la defensa de los derechos humanos de los ciudadanos.

Estos tres escenarios, desde luego, recibirían distintos tratamientos en cuanto a la ayuda humanitaria. La zanahoria serviría sólo para premiar el status de mayor conveniencia para Norteamérica. Según Natsios, tanto sus comentarios como las diversas ideas aportadas en la conferencia servirían para establecer el cuerpo de recomendaciones que la Comisión de Ayuda para una Cuba Libre, anunciada por Bush el pasado 10 de octubre del 2003, le entregaría  al mismo el próximo primero de mayo del 2004.

Sería bueno recomendarle a este mediocre futurólogo que obvió en su análisis un cuarto escenario y que es, desde luego, el más cercano a la verdad: si en Cuba existiera alguna vez una era post Castro, la misma será una continuación del socialismo, el desarrollo avanzado de esta sociedad a la que los cubanos han dedicado su corazón y sus convicciones más puras.

Los cubanos jamás entregarán su Revolución y, ante un posible ataque de sus enemigos, el único escenario posible será el de la lucha de todo el pueblo por preservar sus conquistas. ¡Apréndalo de una vez por todas, señor Natsios, así evitará volver a equivocarse!

  

 

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