Lo
que no dijo el Nuevo Herald
16 de mayo de 2004.
Cuando tuve
la oportunidad de leer las noticias que, con respecto a Cuba, publicó el
libelo de la mafia durante la semana que culmina, no pude menos que
confirmar una verdad: el Nuevo Herald o no dice la verdad respecto a la
Isla o se dedica a manipularla. El tratamiento dado por este periódico,
al dar a conocer un despacho de Isabel García-Zarza, periodista de la
agencia Reuters, no deja lugar a dudas al respecto.
De acuerdo
con dicha información, el libelo destaca:
El mandatario cubano, Fidel Castro, marchó con paso
cansado, ayer en La Habana al frente de miles de cubanos que
coreaban ''Bush fascista, no hay agresión que Cuba no resista'' para
protestar por las últimas medidas de Washington contra la isla.
Antes de
comenzar la multitudinaria marcha, Castro leyó ante un abarrotado
Malecón su ''proclama de un adversario al gobierno de Estados Unidos'',
dirigida al presidente norteamericano George W. Bush, al que acusó de
tratar de imponer una ``tiranía mundial''.
Tras su alocución, Castro inició la marcha, con aire
cansado y a tramos con la mano izquierda sobre el hombro de otra
persona, y pasó frente a la Sección de Intereses de Estados Unidos, en
medio de fuertes medidas de seguridad.
Tanto el
Nuevo Herald como García Zarza, omitieron algunas verdades sobre lo
sucedido en el Malecón el pasado viernes 14 de mayo.
¿Por qué no
comentó que fueron centenares de miles, es decir, un millón doscientos
mil personas las que invadieron el Malecón habanero para protestar
contra las medidas injerencias del presidente norteamericano?
Ocultar la
presencia de esta magnitud de pueblo, implica esconder y manipular la
expresión del apoyo popular, significativamente mayoritario, que
recibieron este día Fidel y la Revolución Socialista, así como callar la
expresión de rechazo a las medidas anticubanas implementadas por Bush y
su administración.
¿Por qué no
publicaron la carta abierta de Fidel a Bush, de la que sólo se hace una
simple alusión, cuando la misma explica el por qué esa grandiosa
demostración de fidelidad del pueblo cubano a su Revolución, así como el
carácter criminal de las medidas implementadas contra Cuba?
En otro
fragmento del despacho se habla de Fidel y de su supuesto paso cansado
al marchar, junto a su pueblo, frente a las oficinas de la Sección de
Intereses de los Estados Unidos en la Habana. ¿Quisieron, acaso, esta
periodista y el libelo de la mafia, esperanzar a los gusanos floridanos,
con una visión añeja y decrépita del Comandante en Jefe?
¿Por qué no
dijeron que este hombre inclaudicable, que carga sobre sí el peso de
largas décadas de combates contra los enemigos de Cuba y de los pueblos
del mundo, fue capaz de decir a Bush que estaría dispuesto a morir, si
nos invaden, combatiendo frente a las fuerzas agresoras en la primera
línea de combate?
La estatura
moral de Fidel, su fuerza y valor, nos impresionó a todos los que
tuvimos el maravilloso privilegio de marchar junto a él ese inolvidable
14 de mayo del 2004. Sabíamos que nuestro líder no se escondería ante el
primer ataque enemigo, como lo hizo Bush aquel triste 11 de septiembre
del 2001. Cuando Fidel, con el espíritu heroico de los gladiadores
romanos, confirmó una vez más que nuestra lucha es realmente de ¡Patria
o Muerte!, todos nosotros, amigos fieles de Cuba, nos sentimos más
comprometidos con él y con los cubanos dignos.
Por ello,
debo reconocer que otra vez se equivocó el libelo de la mafia de Miami,
tal como lo hizo Bush al querer amedrentar a los cubanos. Calló una
verdad inocultable, aparecida en otros grandes medios de los propios
Estados Unidos con una mayor y amplia cobertura. Su silencio, desde
luego, es explicable. Mucho debe el Nuevo Herald a los enemigos de Cuba
a los que el pueblo cubano se enfrentó y cantó sus verdades, una vez
más, en el Malecón habanero.

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