|
De Praga a San José: Radiografía de una sucia maniobra contra Cuba
17 de
noviembre de 2004
Que nadie
se lleve a engaños: el condenable e irrespetuoso show anticubano montado
en San José, Costa Rica, dentro del marco de las actividades previas a
la celebración de la XIV Cumbre Iberoamericana de Jefes de Estado, fue
planificada, santificada y organizada desde el pasado septiembre, en
Praga, República Checa, por los mismos detractores al servicio de la
mentira y del imperialismo, los cuales se reunieron allí durante la
Cumbre Internacional del Comité para la Democracia en Cuba. Desde luego,
el dinero para financiar tan cuestionables eventos provino del mismo
lado: la Casa Blanca.
Praga
conoció por esos días —el 17 y el 19 de septiembre—, entre sorprendida y
avergonzada, cómo un grupo de asalariados de la infamia se reunieron
bajo los auspicios del Ministerio de Relaciones Exteriores y el Senado
checos, y convocados por Vaclav Havel, para dar continuismo al triste
oficio de pinochos por encargo. Allí, cuidando de no lastimarse entre
ellos con sus alargados y protuberantes apéndices nasales, urdieron las
mismas y manidas falacias contra Cuba, bajo la mirada complaciente de
los Gepetos del Norte.
En
fabricados e inconsistentes discursos, pruebas de la más denigrante
oratoria, alzaron sus voces no para complacer al supuesto sufrimiento de
los cubanos, sino al amo yanqui siempre dispuesto a premiar a la infamia
con un puñado de dólares. Baste leer alguna de esas alocuciones,
proferidas por Marcos Aguinis, José María Aznar, Luis Alberto Lacalle,
Luis Alberto Monge, Carlos Alberto Montaner, Gutemberg Martínez
Ocamica, Patricio Walter. Petr Pithart, Tomás Pojar, Francisco Landero,
Alexis Maizal, Vaclav Havel, Nancy Pérez Crespo, René Bolio, María del
Milagro Méndez Castro, Jeane J. Kirkpatrick, Gabriel Salvia, José Soto,
Gabriel Llano, Carlos González, Patricio Alwyn, Freddy Valverde,
Cecilia Malsmtröm y otro pequeño grupo de participantes, para comprender
cómo la mentira se convierte en arma del más condenable diversionismo
ideológico contra Cuba.
Luis
Alberto Lacalle, ex presidente de Uruguay, declaró con hipocresía: “Los
asuntos internos de Cuba los deben resolver los ciudadanos de ese país
votando. Lo que reclamamos quienes participamos en esta cumbre es que
esos ciudadanos tengan la oportunidad de hablar, escuchar escribir y
leer todas las opiniones con entera libertad”.
Parece ser
que el señor Lacayo, perdón, Lacalle, desconoce que en Cuba se efectúan
elecciones periódicamente y que las mismas se caracterizan por una
amplia participación de todo el pueblo. De la misma forma, una elevada
cifra del mismo, superior al 97 % refrendó el carácter socialista de su
Constitución. Al igual, en Cuba cada cual es libre de opinar, siempre
que su voz se apegue a la verdad y no venda para difamar contra la
propia Patria.
El propio
ex presidente costarricense Luis Alberto Monge, devenido en perverso
asalariado de Estados Unidos y ¿quién sabe tan corrupto como Miguel
Ángel Rodríguez?; irrespetuoso del oficio de anfitrión y lacayo
consumado, habló también sobre Cuba, en Praga, con fingido y ensayado
meló dramatismo: “”Encontramos cubanos por todo el mundo. Ninguno olvida
su Cuba. Miles se han llevado al regazo de la tierra su sueño de
retornar a una Cuba liberada. La principal concentración se ha dado en
la ciudad de Miami. (…) No es por casualidad que el aparato de
propaganda del tirano centra sus más feroces ataques contra el exilio de
Miami. Le llama “la mafia de Miami”. Bendita sea la diáspora cubana,
porque desafiando infortunios familiares y personales sin fin,
resistiendo la agresión sistemática de la tiranía y sus acólitos,
sufriendo traiciones y deserciones, ha logrado mantener viva la llama de
la esperanza en la liberación de Cuba, a lo largo de casi cinco
décadas”.
En sólo
este pequeño párrafo, el señor Monge se ha enlodado con varias mentiras.
En primer lugar, parece ser que sólo ha topado con los cubanos de Miami
y algunos que pululan por Europa y otros países dedicándose al oficio de
mentir sobre la realidad cubana. No parece que este señor se haya
dignado a encontrarse con los miles de maestros y médicos cubanos que
prestan su ayuda solidaria a otros pueblos del mundo, quienes le darán
una visión distinta sobre Cuba que la ofrecida por Carlos Alberto
Montaner y el grupúsculo de mercenarios a los que apoya y con los que se
cartea con frecuencia. En segundo lugar, esa diáspora “sufrida” la
constituyen fundamentalmente emigrantes económicos, tan similares a los
millones de latinoamericanos que marchan a Estados Unidos en busca de
mejores horizontes. En tercer lugar, Cuba no ataca a los cubanos
radicados en el exterior, sino mantiene con ellos un diálogo franco y
permanente.
En cuarto
lugar, en Cuba se le llama con justicia “la mafia de Miami” al reducido
grupo de terroristas radicados en esa ciudad y que se han dedicado
sistemáticamente a tramar atentados, agresiones de todo tipo,
magnicidios y otras acciones terroristas contra Cuba. Por ello, se
equivoca deliberadamente el señor Monge al hablar de agresiones de Cuba
contra el “exilio” cubano. Esta forma de desvirtuar la verdad es un
arma de detractores empleada reiterativamente por sus amos, tal como lo
ha hecho el señor Bush con Irak. No resulta raro, pues, escucharla de
boca de este títere asalariado del imperio.
Al
concluir la cumbre de Praga, de inmediato se dedicaron sus participantes
a implementar una sucesiva serie de agresiones contra la Isla. La
primera de ellas fue la creación de condiciones para ampliar la difusión
del programa “Del totalitarismo a la Democracia”, coordinado por Freddy
Valverde, uno de los participantes en dicha cumbre. Usando Radio Praga,
devenido en vocero de los ataques ideológicos contra Cuba, este espacio
se hace llegar a mercenarios en Cuba por onda corta, empleando los
mismos radios distribuidos en varias ocasiones por la Sección de
Intereses de los Estados Unidos en Cuba.
Otro de
los acuerdos de la cumbre de Praga fue la participación de antiguos
disidentes checos en una Conferencia en Miami para analizar las
experiencias de la autotitulado “Revolución de Terciopelo”, asonada
contrarrevolucionaria ocurrida en la antigua Checoslovaquia. Allí,
auspiciada por la embajada checa en Estados Unidos, los
contrarrevolucionarios checos fungieron como profetas del cambio
“democrático” y pretendieron ser agoreros de pacotilla encargados de
modelar el cambio en Cuba. Martín Palous, embajador checo en EE UU, e
Ivo Sanc, ex alcalde de Kutná Hora, dieron clases magistrales a los
aburridos asistentes, menos dados a la política que a las bombas. Para
amenizar las actividades en Miami, el grupo checo Prazsky Vyber se
dedicó a tocar canciones exhaltando a los “disidentes” cubanos.
Para
implementar la estrategia contrarrevolucionaria, los organizadores del
show praguense planearon extenderlo a Latinoamérica. Luis Alberto Monge,
otros diputados ticos y un recién estrenado “Comité Costarricense de
Solidaridad con la Democracia en Cuba”, se prestaron para ello.
Repartiendo
invitaciones a diestra y siniestra, involucrando a la flor y nata de la
contrarrevolución y la ultraderecha de varios países, los organizadores
ticos, haciendo uso del dinero yanqui, convocaron al Foro Internacional
por la Democracia en Cuba, a celebrarse en el Salón de los ex
Presidentes de la Asamblea Legislativa de Costa Rica. Los mismos
participantes de la reunión en Praga, a los que sumaron varios
contrarrevolucionarios cubanos radicados en Miami y otros países
europeos y latinoamericanos, orquestaron en nuevo y ridículo show. De
esta forma, el gobierno costarricense daba anuencia a un evento que, a
la par que ponía en peligro las elementales reglas de cortesía para un
anfitrión, pretendían sabotear y enrarecer la participación de Cuba en
la XIV Cumbre Iberoamericana. Cuba no podía aceptarlo y asó lo hizo
saber en una Declaración del MINREX cubano.
La
maniobra anticubana, fabricada en Praga, fue expuesta sin la menor
vergüenza por Jan Rumi, vicepresidente del Senado checo, quien declaro
al arribar a San José. “Considero que se trata de una reunión muy
importante, ya que tiene lugar en el territorio latinoamericano. En
Praga tuvo lugar una Cumbre sobre Cuba, pero se trató de un asunto
europeo, y es necesario que el tema de Cuba se analice directamente en
América Latina, porque aquí es donde se encuentra la llave. Europa puede
ofrecer sólo un aporte. (…) Me alegro mucho que la Cumbre se celebre en
San José. Espero que de este Foro surja una iniciativa similar al
Memorando de Praga, y que se entregue a los presidentes iberoamericanos
para que también ellos se sumen a la lucha por la democracia en Cuba”.
Esa fue,
sin lugar a dudas, el malévolo propósito de sus organizadores: favorecer
al enrarecimiento de la participación de Cuba en la XIV Cumbre
Iberoamericana y al aislamiento de la Isla dentro de la misma.
Otro
participante checo en el Foro, el diputado Petr Bratsky, declaró sin
ambages al arribar a San José: “Viajamos a este bello país
centroamericano con el propósito de exhortar a los presidentes
latinoamericanos para que incluyan el tema de los derechos humanos en
las deliberaciones de la Cumbre de san José. También queremos pedirles
que abran las embajadas de sus países en la Habana para los disidentes
cubanos”.
A fin de
cuentas, el Foro no tuvo el feliz desempeño que esperaban sus
organizadores. Unos sesenta hombres ticos, encargados de capitanear la
solidaridad de este pueblo con los verdaderos cubanos y dispuestos a
limpiar la afrenta infligida contra Cuba, se personaron en el evento y
protestaron contra la sucia maniobra. Mayobanex Ornes, uno de los
organizadores, declaró, poniendo al desnudo el carácter de este Foro:”No
es una protesta en sí misma, sino es un acto de presencia de los
ciudadanos costarricenses aquí en el Salón de Expresidentes de la
Asamblea Legislativa, en virtud de que es una asociación privada,
extranjera, de cubanos de Miami, han escogido nuestro primer poder de la
República en su Salón, para hacer una actividad, en donde se incita al
odio y a la descortesía a uno de los países invitados a la Cumbre: Cuba
y nos parece horrible porque en ninguna Cumbre que se ha hecho haya
ocurrido una situación de éstas …”.
Ante la
fuerza de la protesta, apenas pudieron intervenir cuatro oradores. El
Foro fue suspendido y efectuado subrepticiamente en otro lugar.
Un
rápido balance sobre estos hechos nos permitió arribar a varias
conclusiones.
En
primer lugar, este show propagandístico es parte de una campaña
implementada con la anuencia y apoyo de Washington, empleando
principalmente a sus asalariados checos, así como a sus tradicionales
servidores dentro de la derecha internacional. Estados Unidos saca de su
estercolero, cuando los necesita, a sus mismos peones. Así lo ha hecho
reiteradamente en Madrid, Praga y hoy en San José.
En
segundo lugar, todos estos empeños anticubanos chocarán con la fortaleza
de los principios que defiende el pueblo cubano y con la solidaridad que
éste recibe continuamente en el mundo, tal como se manifestó en esta
oportunidad por parte de sesenta dignos costarricenses. Estos hombres y
mujeres asumieron la dignidad de oponerse a la ofensa contra un pueblo
hermano, como no fue capaz de hacerlo el gobierno de ese país.
En
tercer lugar, los organizadores de este show tratarán de viciar la
participación de Cuba en la XIV Cumbre Iberoamericana y corresponde a
los jefes de estado participantes no plegarse o congraciarse con tan
sucia maniobra. Si así sucediera, no nos preocupa. Los pueblos de los
países que tan mal representan aman a Cuba, y eso es lo verdaderamente
importante.

|