DAL NS. AGENTE ALL'AVANA

 

Problemas recurrentes en el sistema escolar de Miami-Dade

Nuevos acontecimientos vuelven  a poner sobre el tapete la crisis sistemática padecida por  el sistema escolar en el condado de Miami-Dade y que demuestran la incapacidad de las autoridades por darle solución a uno de los más importantes aspectos de la vida social de cualquier conglomerado humano: garantizar el pleno acceso a la educación de niños y jóvenes a la educación.

Estos hechos no pueden verse aislados unos de otros y reflejan en su conjunto la crisis de un sistema, incapacitado por su misma esencia, para solucionar los problemas sociales del momento.

A grandes rasgos, los acontecimientos que expresan la crisis del sistema escolar en Miami-Dade son:

¨       Violencia en las escuelas del condado.

Junto a las manifestaciones de violencia extrema, la que no hace mucho le costó la vida a Gough Ramírez, un estudiante de 14 años de edad asesinado en los baños de la Intermedia Southwood Middle School, en el pasado mes de febrero, coexisten diversas formas de violencia menos perceptible, pero no menos dañina.

Según el Director de la División de Psiquiatría y Ciencias del Comportamiento Infantil y Adolescente de la Miami University, John A. Shaw, se manifiesta en las escuelas del condado una forma común de violencia conocida como bullying. La misma consiste en diversos actos de intimidación entre escolares, que llegan a afectar a casi el 30 % de los mismos en las escuelas de Miami-Dade. El propio Shaw reconoce que este fenómeno afecta preferentemente, hoy por hoy, a los alumnos en el rango de los 10 y  14 años de edad, así como a los ubicados entre el sexto y el décimo grado escolar.

Los habitantes de la ciudad se sintieron conmocionados recientemente por la noticia de que una estudiante de octavo grado fue acusada de poseer una lista de 21 personas, entre las que se encontraban sus padres y hermanos, a los que pretendía asesinar. A  pesar de las medidas adoptadas en el condado, entre las que sobresalen contratar un cuerpo policial exclusivo  para las escuelas, aplicación de la “cero tolerancia” a casos de violencia escolar, así como establecimiento de detectores de metal y servicios de consejería a los alumnos, las que disminuyen en cierta medida estas manifestaciones, no cabe duda que todo este esfuerzo caerá en un saco sin fondo si no se adoptan otras medidas más profundas.

La violencia escolar debe entenderse como un fenómeno resultante de la hiperbolización  de la propia violencia que vive el país. La difusión incontrolada y permanente en los medios de comunicación y en el cine de actos de violencia, la incapacidad para controlar la violencia doméstica y otras formas de delito como lo son la drogadicción, el pandillerismo y la discriminación racial, son causas de su preeminencia en el sistema escolar.

Resulta difícil controlar la violencia en las escuelas en el marco de una sociedad enferma, que recurre a la violencia como solución a sus propios conflictos sociales. De la misma manera, la política agresiva en  la arena internacional establecida por la actual administración, contribuye a la promoción de valores y estereotipos en los que prima la violencia y que se convierten en influencia negativa para la niñez y la adolescencia. De nada sirve, pues, cualquier esfuerzo o preocupación sobre la violencia escolar en Miami-Dade, si no se ataca ese mal en sus propias raíces.

¨       Recortes presupuestarios.

El anuncio del proyecto de ley presupuestaria para el 2005, acordado en  estos días por el Senado y la Cámara estaduales de la Florida, lanzó un balde de agua fría contra el sistema escolar de Miami-Dade. De acuerdo con la información, la ciudad dejará de percibir nada menos que 25 millones de dólares destinados a sostener el distrito escolar, con lo que se agudizará notablemente la situación que viven las escuelas públicas de Miami, afectadas por una sobre población escolar en sus aulas, la mala calidad de la enseñanza y el bajo salario de sus maestros.

La aceptación de una  polémica fórmula para calcular las compensaciones a los distritos escolares sobre la base del ajuste del costo de la vida (DCD), provoca que el sistema escolar esté destinado a dejar de recibir hasta 90 millones de dólares en los próximos tres años. Los afectados, desde luego, son los alumnos, quienes se verán obligados a aumentar en un 4,5 %  los aportes de su familia para la educación en las escuelas públicas como una vía para contrarrestar las reducciones presupuestarias. De la misma manera. El costo de la matrícula en los colleges  aumentará en un 5 %, mientras que en las universidades ascenderá  en un 7,5 %. Por su parte Jeff Bush, gobernador del estado, haciendo caso omiso a las víctimas de esta medida y al efecto negativo sobre el sistema escolar en la Florida, declaró: “Creo que es un buen presupuesto en términos de financiación de las universidades, los colleges comunitarios y escuelas…”

No cabe la menor duda, pues, que las bullies (víctimas) de esta medida serán los miles de pobres que estudian en las escuelas públicas del condado, a las que asisten estudiantes que hablan 66 idiomas y han llegado de 120 países diferentes. Otras víctimas serán los mal remunerados maestros, quienes reclaman insistentemente un aumento salarial  entre el 2 y el 4 % y una reducción del 50 % de los deducibles del seguro médico.

Lo doloroso de todo es que gran parte del dinero va a parar,  mientras tanto, a los bolsillos de las autoridades corruptas de la ciudad o son destinados a otros fines menos beneficiosos para el futuro de Miami-Dade. Eso sólo puede suceder en una república bananera como la que existe allí.

¨   Serios problemas en la construcción de nuevas escuelas.

Como verdaderamente caótico ha sido calificado el programa de construcción de nuevas escuelas en Miami-Dade, al extremo que en el día de ayer se ha solicitado abrir un proceso criminal contra el departamento de construcción de escuelas de Miami.

La auditoría realizada por al firma Lewis B. Freeman & Partners, Inc. Solicitó  designar un fiscal especial para investigar la manera en que dicho departamento ha incurrido en posibles fraudes, corrupción y malversación del dinero destinado a construir escuelas y adquirir terrenos para esos propósitos. De acuerdo con el informe, algunos de los problemas detectados, que levantan sin lugar a dudas  un tufillo de podredumbre y corruptelas, son: 

*             Pagos a empresas constructoras muy superiores a lo acordado. Este hecho sucedió, por ejemplo, en la escuela Félix Varela cuyo costó estimado fue de 36,4 millones de dólares y se desembolsaron nada menos que 46,2 millones.

*             Violaciones de códigos de seguridad como el ocurrido en la Miami Nortwestern.

*             Malversación de fondos ascendente a cerca de 100 millones de dólares.

*             Favorecimiento injustificado a empresas con probada deficiencia en un monto de 10,6 millones de USD.

*             Existencia de 1000 millones de dólares asignados a proyectos que no se realizan o se piensan ejecutar.

El informe de la firma auditora, independientemente de señalar otros males aparte de los comentados en este artículo, sentencia: “Nunca hemos visto una organización con tanta falta de organización, comunicación y profesionalismo, y tanto despilfarro.”

Así las cosas, amigo lector, poco futuro le deparan los próximos años al sistema escolar de Miami-Dade, afectado por recortes, sobre población escolar, mala calidad de la  educación, desmotivación de los docentes y, sobre todo, corrupción que roba el dinero de los alumnos, colocándolos en la disyuntiva de  abandonar las aulas o sufrir las tristes consecuencias.

 

 

 

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